Sabemos que la Navidad es una época en la que las comidas y cenas suelen tener alimentos ricos en grasas y azúcares, los supermercados son invadidos por turrones, polvorones, panettones, chocolates navideños, dulces, mazapán, etc. Además, el ambiente navideño y el invierno incitan a disminuir la actividad física que se realiza el resto del año, justamente cuando se suele comer más.
Se acercan estas navidades distintas a las anteriores, pero este año nos ha demostrado la importancia de la salud. Por ello, en estas semanas no podemos descuidar los buenos hábitos que hemos ido cogiendo.
Se debe seguir un plan de alimentación variado y equilibrado, que incluya todos los grupos de alimentos y nutrientes necesarios, así como practicar ejercicio para seguir logrando los objetivos planteados y para que después no nos cueste volver a coger ritmo en enero.
¿Cómo podemos hacer para convertir estas navidades más saludables? Presta atención a estos consejos prácticos que te vendrán muy bien:
- Mantén tu rutina de sueño, ejercicio y alimentación. No cambies el tamaño de tus porciones si no vas a cambiar la cantidad de actividad física que haces.
- Come a menudo y pequeñas cantidades antes de la celebración para que no llegues con tanta hambre.
- Calcula las porciones que debes comer para no sobrepasar las cantidades.
- Come despacio para conseguir la sensación de saciedad y no comer en exceso.
- Elige bien tus alimentos (comida real, verduras y frutas frescas de temporada…) y la forma de prepararlos (horno, vapor, plancha, hervido, salteado en vez de fritos o estofados).
- Evita las calorías añadidas en forma de salsas, rebozados, mayonesa, natas, mantecas.
- Es muy importante acompañar siempre las comidas con agua. Si algún día suelto se bebe refresco, mejor si es zero o light.
- Los entrantes que sean comidas saludables (verduras, ensaladas, sopas), evitando los embutidos y las frituras.
- En los platos principales que predominen las carnes magras o pescados acompañados de verduras o ensaladas.
- Escoge un postre casero, utilizando fruta fresca (macedonia, tarta de manzana, melocotón, fresas, compotas, sorbetes, etc.) y limita los dulces navideños a los días de fiesta y en pequeñas cantidades.