El 6 de marzo se celebra el Día Internacional del Linfedema, una afección crónica que afecta hoy en día a millones de personas en todo el mundo.
Pero ¿qué es exactamente?
El linfedema es una acumulación de líquido linfático localizada en los tejidos bajo la piel, que causa inflamación y malestar en diferentes partes del cuerpo como los brazos, piernas y el abdomen. Se produce cuando el sistema linfático no funciona correctamente debido a una obstrucción o daño en los vasos linfáticos que le hace incapaz de drenar la linfa.
¿En qué casos suele aparecer? ¿Cuáles son sus causas?
Las causas del bloqueo del sistema o vasos linfáticos son diferentes, aunque la más común es el cáncer, pero el linfedema también puede aparecer por una cirugía, radioterapia, afecciones hereditarias, una infección o lesiones traumáticas.
Tras un cáncer de mama tratado con cirugía en la axila para extirpar los ganglios o nódulos linfáticos, existe un riesgo de desarrollar linfedema de hasta un 10%. Si además de la cirugía se recibe radioterapia, el riesgo se incrementa hasta un 25%. Se estima que una de cada cuatro mujeres desarrollará esta complicación durante el primer año tras la cirugía.
Así pues, con motivo del próximo Día Internacional del Linfedema, queríamos sensibilizar sobre sus síntomas y tratamientos, apoyar a las personas que viven con esta afección crónica y concienciar sobre la importancia de una atención integral, que incluye el diagnóstico temprano, el tratamiento adecuado, la prevención y el autocuidado.
El tratamiento que puede ayudar a paliar y controlar los síntomas incluye ejercicios, dispositivos de compresión y masajes de drenaje linfático. Pero indaguemos un poco más y centrémonos en todas las ventajas que aporta el masaje de drenaje linfático.
¿En qué consiste?
Se trata de una técnica manual fisioterapéutica en la que se realiza un masaje suave e indoloro que busca favorecer y estimular la circulación linfática y, de este modo, ayudar a eliminar el exceso de líquido y desechos del cuerpo.
¿Qué es el sistema linfático?
El sistema linfático está compuesto por órganos, como el bazo, ganglios y vasos linfáticos. Es una parte fundamental del sistema inmunitario cuya función es producir y transportar la linfa compuesta principalmente por glóbulos blancos (cuyas células se encargan de luchar contra infecciones), proteínas y grasas. Cuando el líquido llega a los ganglios, éstos lo filtran ayudando a eliminar material que el cuerpo reconoce cómo extraño como las bacterias o células cancerosas.
Algunos de los beneficios que podemos obtener con el drenaje linfático manual son:
- Mejora nuestra circulación linfática, moviendo el líquido linfático más eficientemente.
- Reduce la hinchazón en las áreas afectadas, eliminando el exceso de líquido acumulado en los tejidos.
- Mejora nuestro sistema inmunológico eliminando los desechos y toxinas del cuerpo.
- Reduce el dolor en las áreas afectadas por el linfedema, ya que ayuda a eliminar el exceso de líquido y disminuir la inflamación, provocando un efecto analgésico.
- Relaja nuestros músculos y mejora la circulación sanguínea aliviando la tensión y mejorando la movilidad.
No obstante, tengamos o no una afección de linfedema, el drenaje linfático manual puede ser beneficioso para más grupos de personas como:
- Personas con edema, reduciendo la hinchazón y la excesiva acumulación de líquido.
- Personas con problemas circulatorios
- Personas con lesiones deportivas, para reducir la inflamación y el dolor.
- Personas con estrés, al relajar tu cuerpo y mente.
- Mujeres embarazadas con piernas cansadas.
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