El estudio biomecánico de la pisada consiste en dos partes: un estudio estático y un estudio dinámico.
Mediante el estudio estático analizamos la posición natural del paciente subido a una superficie, observando sus alteraciones estructurales desde la cabeza hasta los pies, como: hombros y cadera equilibrados, posibles rotaciones del tronco o longitud de las piernas similar.
Posteriormente, realizamos diferentes pruebas en una camilla para valorar la fuerza muscular de los pies y comprobar la movilidad de sus articulaciones.
Por último, gracias a la plataforma de presiones, analizamos la distribución de las presiones en las diferentes zonas de la planta del pie, obteniendo datos sobre su equilibrio postural.
Gracias a este sistema, analizaremos también el estudio dinámico, que nos ofrecerá datos de la marcha del paciente.
¿Por qué debes realizarte un estudio de pisada?
Realizar un estudio biomecánico de la pisada nos aporta información sobre cómo se comporta nuestro cuerpo. Es recomendable visitar a un podólogo para realizarlo no sólo cuando nos duelen los pies, también cuando notamos molestia en el resto de las piernas, rodilla o cadera, incluso para prevenir el dolor, ya que podemos detectar patologías a tiempo y evitar lesiones.
1. Mejora el rendimiento deportivo
A través del estudio biomecánico, es decir, del estudio de la pisada, se puede analizar y modificar el gesto deportivo mediante la realización de soportes plantares personalizados para conseguir una mejor alineación del pie y mejorar su funcionalidad.
Tras una valoración biomecánica con terapia física y funcional, el podólogo puede tratar al paciente mediante diferentes ejercicios funcionales enfocados al pie y tobillo para mejorar y recuperar el rendimiento deportivo.
2. Aprende a elegir el calzado adecuado
El calzado deportivo tiene dos particularidades. Por un lado, es un elemento preventivo de la lesión, así como, un elemento que puede ayudar a mejorar el rendimiento. Por otro lado, puede ser un factor importante de lesión. Por ello, debe ser el podólogo, quien, tras una exhaustiva exploración biomecánica, aconseje el mejor calzado para evitar dolencias en el pie o la pierna.
3. Prevé lesiones
Las lesiones más recurrentes en la extremidad inferior relacionadas con el deporte son: fascitis plantar, síndrome de la cintilla iliotibial, tendinitis aquílea o síndrome patelo femoral.
Está demostrado que correr causa altas tasas de lesiones.
Según datos recientes de la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología y de la Sociedad Española de Podología Deportiva, las lesiones musculares más frecuentes se encuentran en el pie, tobillo, muslo y rodilla, ocurriendo hasta un 65% de ellas durante la carrera.
Las lesiones pueden ocurrir por varios factores. Puede ser por la condición física de cada uno, las lesiones previas o el calzado deportivo, pero también por el terreno de entrenamiento o competición, las horas de entrenamiento o el deporte practicado.
Aquellos deportistas que se introduzcan en el mundo del deporte, es importante que tengan en cuenta que existen diversos factores desencadenantes de estas lesiones que, se pueden observar en un estudio biomecánico y de esta manera tomar las medidas oportunas para prevenir la aparición de la lesión.
4. Trata el dolor en los pies, rodillas o cadera
Debes tener en cuenta que el trabajo del podólogo no solo se delimita al pie, sino a toda la extremidad inferior. Las cadenas musculares se encargan de mantener el equilibrio corporal. Una mala alineación en las articulaciones del pie puede desencadenar una desalineación en sentido ascendente en el resto de las articulaciones de la pierna y del cuerpo, desencadenando dolor en ellas.
Por lo que, si ya presentas dolor en esta zona, es importante realizar un estudio biomecánico, tanto de la marcha como del gesto deportivo para poder tratarlo.
¿A quién va dirigido?
Es importante tener en cuenta que el estudio no sólo es para deportistas. Multitud de personas que no practican deporte, padecen dolores en los pies o rodillas, esguinces recurrentes o inestabilidad en la marcha. Por lo que, el estudio de la pisada se lo puede realizar cualquier persona.
¿Los niños pueden realizarse el estudio de pisada?
Existen multitud de problemas habituales en la marcha de los niños. Es importante que, aunque el niño no refiera dolor, estemos pendientes de una posible marcha anormal, que pueda en el futuro desencadenar en dolor, como caídas frecuentes o “torpeza” al caminar. Es recomendable empezar con revisiones periódicas a partir de los 4 años, excepto si se observa cualquier patología previa.
Hay que tener en cuenta que es igual de importante el tratamiento como la prevención y que no todos los cuerpos actúan y compensan de la misma manera incluso para la misma lesión. Por lo que ven a realizarte un estudio biomecánico de la pisada a Vidingcare para ver cómo actúa el tuyo.
Julia Rodríguez
Podóloga de Vidingcare