El primer sábado de mayo se celebra el día mundial de la Espondilitis Anquilosante (EA), una enfermedad inflamatoria crónica que comienza generalmente entre los 20 y los 40 años y que afecta más a los hombres que a las mujeres.
Daña principalmente a las articulaciones de la columna vertebral y las sacroilíacas (que conectan la columna vertebral con la pelvis) generando dolor y rigidez en la espalda y la pelvis, así como reduciendo la flexibilidad y el movimiento.
La causa exacta no se conoce, pero se cree que está relacionada con factores genéticos y ambientales. En general, la EA es una enfermedad crónica y potencialmente debilitante, que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas que la padecen. No existe cura, pero el tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
El tratamiento puede incluir una combinación de medicamentos, terapia física y ocupacional, y cambios en el estilo de vida.
Pese a que el tratamiento de la EA es un enfoque multidisciplinario, la fisioterapia y el ejercicio pueden ser una parte importante del tratamiento ya que:
–Mejora la movilidad y la flexibilidad de la columna vertebral y otras articulaciones afectadas.
– Alivia el dolor y la rigidez.
–Previene o retrasa la deformidad de la columna vertebra y otras articulaciones.
–Fortalece los músculos de soporte de la columna vertebral y otras articulaciones , mejorando la estabilidad y reduciendo el riesgo de lesiones.
-Mejora la postura y la coordinación
Es importante trabajar con un fisioterapeuta especializado que diseñe un programa individualizado que se adapte a las necesidades y objetivos específicos de cada persona.
